domingo, 7 de marzo de 2010
  
Girolamo Maria Francesco Matteo Savonarola nació en Ferrara el 21 de septiembre de 1452 y falleció
  el 23 de mayo de 1498. Fue un religioso, confesor del gobernador de Florencia Lorenzo di Médici y
  organizador de las hogueras de vanidad donde se quemaron muchas obras de arte.
  Contribuyó a la expulsión del gobernador de Florencia en 1495 declarando a la famila Médici como corruptos.
  También atacó contra el papa Alejandor VI y como resultado obtuvo la excomunión, la prisión y tras haber
  sido liberado ser condenado a la hoguera por la Inquisición junto a la inclusión de su obra
  en el índice de libros prohibidos.
  
  Después de la muerte de su abuelo, famoso médico que posiblemente influyó en él con la atracción que tenía
  a los problemas religiosos, se dedicó a estudiar las enseñanzas de Aristóteles y Santo Tomás. Una vez obtenido el título
  de maestro de dedicó a estudiar medicina sin llegar a terminarlos para comenzar con la teología.
  Entre 1472 y 1475 escribió dos libros en los que atacaba al papado comparándolo con la antigua y corrupta
  Babilonia, a pesar de esto ingresó en el convento de San Agustín en Faenza donde se hizo predicador. 
  Desde allí siguió atacando al papa y consiguió la devoción de hasta 15.000 personas que asistieron a sus misas.
  
En 1482 la orden dominica lo envía a Florencia aunque después de seguir con sus
  fuertes y violentos discursos tuvo que huir de la ciudad en 1487. Regresó a Bolonia donde ejerció de
  maestro. En 1488 volvió a Ferrara, al convento de Santa Maria degli Angeli donde se dedicó a la predicación
  tras haber estudiado técnicas para la exposición al público.
  En 1491 se le entregó la titularidad de la iglesia de San Marco en Florencia desde donde atacó
  directamente y de una forma brusca al Papa Inocencio VIII. La gente se le volvió a acercar ya que 
  sus profecias se cumplían como la derrota de Florencia contra los franceses en esos años o 
  los lujos de los ricos con respecto a la pobreza de la mayoría de los ciudadanos. Esto junto a una
  epidemia de sífilis hizo que se pensase que era el profeta de los "últimos tiempos".
  
  En 1497 fue expulsado de la Iglesia tras sus críticas a los amigos y al papa Alejandro VI y en
  1498 ordenó el papa su ejecución. Lo quemaron en la hoguera en el mismo lugar donde él había ordenado
  la muerte a numerosas personas y había tenido lugar la hoguera de vanidad. Se dice que quien encendió
  la llama de aquella hoguera gritó:
El que más quemó ahora él mismo pasto de las llamas.
  Savonarola se adelantó a la reforma moral que iba a sufrir la Iglesia con el Protestantismo y la
  Contrarreforma.
  Después de su muerte se mantuvo su memoria gracias a la creación de un gremio llamado Piagnoni, también
  la orden de San Francisco apoyó sus ideas con lo que en 1527 volvieron a expulsar a los gobernantes de la familia
  Médici
  
  
 

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